domingo, 7 de octubre de 2012

DOLOR DEL CORAZÓN



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Nos elevamos cuando entramos en sintonización con el entorno; nuestro microuniverso se funde, se disuelve… desaparece. En ese momento, el COSMOS, está en nosotros; hemos logrado la armonía universal y por ende la transcendencia…

Nuestro yo pierde el significado porque hemos alcanzado el infinito…

¡Somos, a la vez, la nada y el todo!

Vivimos en una “no existencia” que nos confiere el poder del infinito eterno: desde la nada al todo en un microsegundo…

Sensaciones de VIDA, sensaciones de AMOR,
Sol del ALMA, Sol de la LUZ,
Ilumina con fulgor, y sin quebranto, nuestro despertar,
Flamígero y destellante como el AMOR.

Muero pero vivo; vivo y muero,
Dolor de VIDA; dolor de AMOR,
Nos sentimos vivos porque nos duele…
…¡Nos duele, intensamente, el CORAZÓN!


 Santi


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NUESTRO CAMINO



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Cuando se inicia el vuelo, lo físico se atribuye, la velocidad se jacta, pero, con el tiempo, el impulso se desvanece… por el peso de las alas…

Es necesario parar… reflexionar y meditar.

Cuando regresamos es, nuestro camino, el que se impone; el espíritu renacido fluye, dúctilmente, aplicando su fuerza, constancia y templanza.

La Luz, invariablemente, brilla con más ímpetu cuando regresó que cuando partió. Y en su peregrinar, eternamente, retornará... como las olas del mar: ¡más bella y lozana; más misteriosa; más cómplice… más hermana!


Santi


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